Protegemos a los más pequeños
Hoy quiero compartir una historia que nos pasó hace ahora exactamente 28 años con nuestra pequeña hija, que entonces tenía dos añitos recién cumplidos. Estábamos pasando unas vacaciones en una urbanización en la que había muchas piscinas. Todas ellas sin valla. En un momento de descuido -que le puede pasar a cualquiera, por muy atento que sea-, nuestra pequeña hija desapareció. Eran las 8 de la tarde y la noche se estaba acercando. Inmediatamente llamamos a la policía, salimos corriendo a avisar a muchos vecinos que a su vez empezaron a buscar y avisar a otros. El gran miedo era, que nuestra niña se podría caer en una de las piscinas y ahogarse. Porque entre las casas no había vallas y las piscinas no estaban valladas. Por suerte, pasadas las dos horas más largas de mi vida, un vecino encontró a mi niña en un parque sentada debajo de un columpio.
Según las estadísticas, la asfixia por inmersión es la segunda causa de muerte accidental en niños de hasta 5 años de edad, después de los accidentes de tráfico.
Perder de vista a un niño pequeño, especialmente si tienes más de uno, es muy fácil. Estar 24 horas al día, día tras día, con noches en las que te despiertan varias veces, con las tareas de casa, con ningún tiempo para descanso, todo esto hace que hasta la mejor madre y el mejor padre, abuelo, abuela, pueda perder de vista en un momento dado a esta pequeña personita. Y sólo hacen falta segundos. El niños se cae al agua, sin hacer ruido. Se hunde directamente. Incluso estando muy cerca, quizás hablando por teléfono, mirando unos mensajes, unos segundos, y ya no hay marcha atrás.
¿Porque os cuento esto? Ahora que ni siquiera es época de bañarse en la piscina? Os lo cuento, porque es Navidad. Y para mí el mejor regalo de Navidad es saber que los niños estén sanos y a salvo. Y para ello, tenemos el regalo perfecto. Una valla de seguridad segura, desmontable, fácil de instalar y a un precio pagable. Llámanos para más información y evitemos juntos una desgracia.
Nuestras vallas de protección para niños han sido elegidas por el Ministerio francés de Salud como el sistema más seguro para salvar la vida de nuestros niños.
Tienen una altura de 1,22 m y los niños no pueden escalarlas, puesto que entre los postes de aluminio se tensan unas mallas imposibles de escalar. Las puertas de acceso tienen pestillos de seguridad además de un cierre automático. Y lo mejor de todo y muy importante, es que podemos ver a través de las mallas. Esto es muy importante, para nunca perder de vista lo que está ocurriendo dentro de la piscina.
Cuando los niños ya son mayores, o los nietos se han ido, podemos desmontar toda la valla fácilmente y guardarla en poco espacio. De la misma manera, la montamos rápidamente cuando haga falta.